«En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a gran voz: "¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!".


Otro ángel lo siguió, diciendo: "Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación".

Y un tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: "Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre".

Aquí está la perseverancia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Y oí una voz que me decía desde el cielo: "Escribe: 'Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor'. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen"».



El Mensaje del Primer Angel


«Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas» (Apocalipsis 14: 6-7).


El primer mensaje angelical nos anima a considerar que el juicio está sucediendo ahora en el cielo, ya que el tiempo presente, nombrado después de 1798 y antes del retorno de Cristo, coincide con el cual el “juicio está sucediendo”.


Además la humanidad está llamada a adorar a Dios, el creador del cielo y de la tierra. Sin embargo, a pesar de este llamado, muchas personas creen en la teoría, hasta ahora no comprobada, de la evolución. Dios hace conocer al hombre que la belleza, el orden y las maravillosas leyes de la naturaleza fueron creados por El y no se desarrollaron por accidente (vea Romanos 1:20-21).

El recuerda al hombre que El es el dador de todos los bienes y que El merece nuestro amor y nuestra adoración significan guardar su ley (Los diez mandamientos registrados en Exodo 20:1-17). «Pues este es el amor a Dios, que guardamos sus mandamientos» y «El que aparta su oído para no oir la Ley, Su oración también es abominable» (1 Juan 5: 3; Proverbios 28: 9). Uno de estos mandamientos señala directamente a Dios como el Creador. El cuarto mandamiento declara: «Acuérdate del sábado para santificarlo... Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo y lo santificó» (Éxodo 20: 8-11).

El sábado, sello de Dios


El cuarto mandamiento es el único de entre los diez, que nos da el nombre, título y territorio del dador de la ley, y por el cual la autoridad de la ley fue dada. De este modo contiene el “sello de Dios”. El sábado no fue dado solamente al pueblo judío, sino que es una institución de la creación Génesis 2:1-3).


Este día es dado a los hombres para recordar una y otra vez, con agradecimiento y reverencia a su Creador. «Acuérdate del sábado para santificarlo». La observancia del sábado es una señal de lealtad hacia el Dios verdadero. «Y les dí también mis días de sábado, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santificó» (Ezequiel 20: 12, 20; Isaías 56: 2, Éxodo 31: 13-17).

El mandamiento del sábado se aplica a todos los cristianos y desde los tiempos antiguos fue guardado el sábado antes que el domingo. Jesús mismo explica la inmutabilidad de los diez mandamientos: «No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido» (Mateo 5: 17-18).



El Mensaje del Segundo Angel


«Ha caído, ha caído Babilonia la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación» (Apocalipsis 14: 8).

La palabra Babilonia deriva de Babel y significa confusión. Se emplea en las Sagradas Escrituras para designar las varias formas de religiones falsas y apóstatas.


En Apocalipsis 17: 4-6 Babilonia es representada como una ramera. En la Biblia una mujer vil es la figura de una iglesia apóstata (Jeremías 3: 20, Ezequiel 16: 35). Esta ramera de Apocalipsis 17 está «vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación... y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS».


El profeta dice: «Vi a la mujer ebria de la sangre de los mártires de Jesús». Babilonia es declarada más adelante como «la gran ciudad», sentada sobre siete colinas, (vers. 9) «que reina sobre los reyes de la tierra» (Apoc. 17: 18).

La Babilonia espiritual

El poder descrito aquí no es otro que la Roma papal, la ciudad de las siete colinas. Púrpura y escarlata son los colores de los cardenales y los obispos. Oro piedras preciosas y perlas pintan vivamente la inmensa riqueza del papado. De ningún otro poder se hubiese podido declarar tan adecuadamente, que estaba «ebria de la sangre de los santos», como de esta iglesia, que persiguió a los seguidores de Cristo en una forma tan cruel. El gran pecado del cual Babilonia es culpable, es que «los moradores de la tierra se han embriagado del vino de su fornicación» (Apoc. 14: 8).


Esta copa sensacional que ofrece al mundo representa las falsas enseñanzas, tales como: la misa, la inmortalidad del alma, el fuego eterno del infierno, la adoración de la virgen María y la santificación del domingo. Ella ofrece éstas y otras enseñanzas al mundo y a las iglesias, con su destructiva influencia.


La advertencia presente, “ha caído Babilonia”, se aplica a todos los cuerpos religiosos que una vez fueron puros y se corrompen. Por lo tanto, no se pueden referir solamente a la Iglesia Católica Romana ya que esa iglesia estaba en una condición caída hace muchos siglos. Se dice de Babilonia que es la «la madre de las rameras».

Así sus simbólicas hijas son aquellas iglesias que toman sus doctrinas (por ejemplo, la santificación del domingo) y siguen su ejemplo. Por lo tanto, el término Babilonia (confusión) será aplicado apropiadamente a esas iglesias. A pesar de la oscuridad espiritual y de la separación de Dios, que existe en ellas, la mayoría de los verdaderos seguidores de Cristo se encuentran todavía en sus comunidades.

Todos los verdaderos hijos de Dios que se encuentran todavía en Babilonia, tomarán de corazón el llamado del ángel “ha caído Babilonia” y “salid de ella, pueblo mío”, y saldrán finalmente de lasiglesias apostatas.



El Mensaje del Tercer Angel


«Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios» (Apocalipsis 14: 9-10). Para poder entender este mensaje, tenemos que descodificar los símbolos, que están siendo usados.

La bestia


La bestia aquí mencionada está descrita antes en Apocalipsis 13: 1-10 como «semejante a un leopardo». Una comparación entre la bestia y el cuerno pequeño de Daniel 7 muestra claramente que tratamos aquí con el mismo poder, llamado: Papado.


Tal como el cuerno pequeño, la bestia también representa un poder blasfemo (Apoc. 13: 6) que persigue a los cristianos (Apoc. 13: 7) y se desarrolla de la Roma pagana (Apoc. 13: 2) y reina por 1260 años (Apoc. 13: 5). Después de este período de tiempo ella perdió su poder por una “herida mortal” (Apoc. 13: 3, 10), pero ésta “herida mortal” del papado iba a ser sanada (Apoc. 13: 3). La recuperación comenzó en el año 1929 con la firma del tratado de Letrán.

En ese tiempo el vaticano recibió la propiedad, un generoso soporte económico y todos los derechos diplomáticos como estado soberano. Mediante su diplomacia internacional y su poder económico el Vaticano ganó nuevamente su poder considerable y un alcance mundial. La herida mortal esta sanada.

Antes de considerar la imagen de la bestia y su marca, tenemos que considerar otra “bestia poderosa” descrita en Apocalipsis 13.

La segunda bestia


El profeta vio “otra bestia que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero” (Apoc. 13: 11). Mientras que la bestia anterior salió del mar de las «naciones y lenguas» (Apoc. 17: 15), esta bestia «subía de la tierra».

En vez de derrocar otros poderes para establecerse ella misma, la nación aquí representada tenía que surgir y crecer gradualmente y pacíficamente. No podía entonces levantarse entre las naciones pobladas y guerreras de Europa. Tiene que ser buscada en el continente occidental.

Solo una nación surgió al poder en aquel tiempo mientras que el papado perdió supremacía en 1798: nos señala a los Estados Unidos de América.

Los cuernos del cordero indican juventud, inocencia y gentileza, representando cabalmente el carácter de los EE UU Libertad Civil y religiosa (los dos cuernos) fueron el fundamento de la nación. Los cristianos Europeos, que fueron perseguidos por el papado, huyeron por miles al Nuevo Mundo, América. Este fue el nacimiento de los EE UU.

Pero la bestia con «cuernos de cordero… hablaba como dragón… Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia (papado) en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia... mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia» (Apoc. 13: 11-14).

Los cuernos semejantes a los de un cordero y la voz del dragón del símbolo, apuntan una contradicción notoria, entre lo que profesa y lo que practica la nación representada.


El “hablar” de esta nación, viene a ser la acción de sus autoridades legislativas y jurídicas. Mediante tal acción, serán mentira esos principios de libertad y paz, que han publicado como fundamento de su política. La predicción de que hablará «como dragón» y ejercerá «toda autoridad de la primera bestia», predice claramente el desarrollo de un espíritu de intolerancia y persecución (Apoc. 12: 13, 17), que fue manifestado por la primera bestia (el papado).

La declaración de que la bestia con los dos cuernos «hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia»; indican que la autoridad de esta nación (EE UU) será ejercitada en forzar la obediencia, la cual dará homenaje al papado. Hoy en día, observamos como los Estados Unidos y el Vaticano están trabajando más cerca el uno con el otro, con el propósito de hacer más eminente su influencia.

La imagen de la bestia

Cuando la iglesia primitiva se corrompió al alejarse de la sencillez del evangelio y aceptó ritos y costumbres paganas, perdió el Espíritu y el Poder de Dios. Para poder controlar las conciencias de las personas, buscó el apoyo del poder secular. El resultado fue el papado, una iglesia que controló el poder del estado y lo empleó para sus propios fines, especialmente para el castigo de las supuestas herejías.

Para que los Estados Unidos forme una imagen de la bestia, el poder religioso tiene que controlar el gobierno civil de tal forma, que la autoridad del estado será también empleada por la iglesia para cumplir sus propios fines.

Fue la apostasía que indujo a la iglesia primitiva a buscar el apoyo del gobierno civil, y eso preparó el camino para el desarrollo del papado, la bestia. Pablo dijo que vendría «la apostasía, y se manifestará el hombre de pecado» (2 Tesalonicenses 2: 3-4).

De la misma manera la obvia apostasía en las iglesias protestantes de hoy despejará el camino para preparar la imagen de la bestia.

Durante las últimas décadas los esfuerzos ecuménicos de las iglesias protestantes, han incrementado hasta el punto de que se está persiguiendo la unidad por cualquier precio, a costo de la verdad bíblica.

En Octubre de 1999, la liga internacional luterana declaró nula la reforma protestante. Esto sucedió mediante un acuerdo común firmado con el Vaticano. El movimiento ecuménico es, por lo tanto, la gran apostasía espiritual profetizada por Pablo en 2 de Tesalonicenses.

Cuando las iglesias dominantes de los EE UU, se unan bajo puntos doctrinales comunes e influencien al estado para hacer cumplir sus decretos, y para apoyar sus instituciones, entonces la América Protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la imposición de castigos civiles sobre los disidentes será el resultado inevitable.

La imagen de la bestia representa consecuentemente, la forma del protestantismo apóstata que se desarrollará, cuando las iglesias protestantes busquen la aceptación del apoyo del estado para imponer sus doctrinas.

La marca de la bestia


La bestia con los dos cuernos (EEUU) «hacía que a todos les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre» (Apoc. 13: 16-17).

«El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es 666» (Apoc. 13: 18).

El hombre que está en la jerarquía papal (anti-cristiana), no es ningún otro que el papa. Su título oficial es “VICARIUS FILII DEI” que significa: Representante del Hijo de Dios (Our Sunday Visitor, 18.4.1915). En latín algunas letras tiene valor numérico. El correspondiente valor numérico de este título oficial, al sumarlo, muestra el número de la bestia que es 666.



Mientras que un grupo de personas aceptará la marca de la bestia y adorará la imagen de la bestia, otro grupo es descrito: «Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús» (Apoc. 14: 12).

Consecuentemente, la diferencia entre la verdadera y la falsa adoración tiene que ver con la observancia de los mandamientos de Dios.

A un lado está el sello de Dios, significando el sábado del cuarto mandamiento. Al otro lado está la marca de la bestia, llamada la santidad del domingo. El papado lo considera como su marca de autoridad porque en el año 364 d.C. Ella cambió el sábado al domingo (Catecismo P. Geiermann).

El último control de la humanidad en lo religioso, político y económico, ya ha sido planeado por años por el Consejo Mundial de las iglesia, en cooperación con los gobiernos líderes del mundo y las Naciones Unidas en Nueva York.

La meta de este Nuevo Orden Mundial es el de crear una Religión Mundial común, no bíblica, para todas las personas, y establecer un Gobierno Mundial. El movimiento ecuménico, las muchas visitas del papa a representantes de gobiernos, como también los esfuerzos generales a nivel mundial para la globalización, confirman el plan.

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